Voroshilovgrado
Serhiy ZhadanHerman debe regresar a su tierra en Lugansk, en la región del Donbás, porque su hermano, que tiene una gasolinera, ha desaparecido.
Herman emprende un viaje por carretera hacia una zona árida, devastada y abandonada a su suerte.
Cuando llega a la gasolinera, pronto tomará conciencia de que se halla en un no-lugar, donde sólo crecen matojos y hierbajos, a merced de las brumas y los vientos, y bajo un calor húmedo y sofocante que hace que la vida allí resulte insoportable.
Herman deberá enfrentarse a numerosos desafíos, desde su día a día con los empleados, pasando por las amenazas de los mafiosos locales que quieren adueñarse de su negocio, hasta su relación con Olga, su contable, y con los lugareños recelosos.
Zhadan construye un mundo en fuga, fantasmal, y a veces incluso delirante, de carreteras desiertas -a la manera de Cormac McCarthy-, acotado por la sobrecogedora visión de los extensos maizales que se pierden en el horizonte, donde Herman acabará comprendiendo que es precisamente ese lugar, y ningún otro, el que puede darle sentido a su vida.